1. El caso de Ladislao, rey de Nápoles, que murió (según la
leyenda) como consecuencia del veneno impregnado en un
algodón (probablemente un compuesto arsenical) y depositado en
la vagina de su amante, que previamente se había inmunizado
con dosis pequeñas.
http://www.uned.es/dpto-ciencias-analiticas/Posgrado/ToxiAna/toxiana.pdf