La selva amazónica alberga una gran biodiversidad de plantas y animales únicos. Entre las especies más inusuales se encuentran el árbol que camina, una planta que se mueve lentamente a lo largo del suelo, y el pez pulmonado, capaz de respirar aire y sobrevivir fuera del agua durante varios días. La selva amazónica continúa sorprendiendo a los científicos con nuevos descubrimientos de especies raras y adaptaciones evolutivas singulares.