El comercio electrónico ofrece ventajas como la conveniencia y accesibilidad las 24 horas del día para los compradores, así como menores costos operativos para las empresas. Sin embargo, también conlleva riesgos como fraudes cibernéticos, robo de información personal de clientes, y fallas técnicas que podrían interrumpir las transacciones. Las empresas deben implementar medidas de seguridad sólidas para proteger los datos de los clientes y sistemas de respaldo para minimizar las interrupciones.