1. Había una vez una niña a la que le gustaba cultivar y
comer plantas del huerto. Un día, en el colegio, decidieron
hacer un huerto ecológico donde los alumnos podían
plantar lo que quisieran, pero siempre con permiso de
profesores y padres. Esta niña decidió plantar una calabaza
porque le encantaban. Poco a poco la calabaza fue creciendo
hasta convertirse en una gran y enorme calabaza naranja.
Un día de septiembre, decidió cosecharla.
Cuando fue a buscarla, su sorpresa fue que ya no
estaba.
¡La habían robado!
Al día siguiente, se lo contó a los profesores, pero la
calabaza no apareció. Después de algunas semanas, la
calabaza apareció en el aula de una niña pintada con una
cara de Halloween. Desde entonces, no se volvieron a
plantar calabazas.