2. Titulo: El Mundo de Pablo
Autora: Mónica Melo
Edición: Katty Vargas
Año: 2015
País: Barquisimeto, Venezuela
3. Había una vez en una pequeña casa, rodeada de hermosas flores,
grandes árboles, diversos y pintorescos pajaritos, con hermosos
cantos que siempre llegaban a disfrutar del néctar de cada una de
ellas; allí vivía un pequeño niño, de inmenso corazón y una gran
imaginación llamado Pablo, junto con su madre, padre, hermano
mayor y su querida abuela, este pequeñín de ojos picaros poseía un
inmenso corazón.
4. Cada vez que se quedaba solo con su querida abuela, se iba a su
cuarto, jugaba con su imaginación a subirse en los muebles que era
como si estuviese escalando una gran montaña, para llegar a un lago
y subirse a la lancha, que era una mesita que tenía entre los muebles, y
encendía el motor diciendo:
-¡Rum, Rum, Rum!. Es urgente tengo que rescatar a mi gran amigo el
gato Lucas antes de que explote el volcán de la isla.
5. Su abuela entra y lo sorprende diciéndole:
-Anda a bañarte Pablo, que tus padres y hermano están por llegar.
-¡Esta bien abuela!.
Contesta Pablo, algo contrariado, porque no pudo culminar con su
gran rescate de su amigo imaginario Lucas y así lo hizo.
Sus padres llegaron con un regalo porque sabían que Pablo
soñaba con tener un animal de mascota y ese día se lo dieron:
-¡Hurra, Hurra. Que bueno, gracias papá, gracias mamá. Mira
abuelita el gatico con que soñaba. Te llamarás Lucas!.
6. Un día mientras el niño jugaba a la pelota con sus amigos, Lucas
se escapó y se subió a un gran árbol que estaba frente a su casa.
Pablo se asustó mucho y se puso a llorar. Su padre sale de la
casa, y al ver lo que sucede le dice: -Tranquilo, voy a buscar la sierra
eléctrica para cortar las ramas y bajar al gato, total ese árbol ya está
muy viejo.
7. Pablo grita: -¡No, eso no lo debes hacer!, porque aunque sea un árbol
viejo nos brinda oxigeno, y debemos cuidarlo. Es mejor que esperemos que
Lucas baje por sí solo-. El gato sólito bajo, y así no se le causó ningún tipo de
daño al árbol. Entonces él niño lo abraza y se lo llevo para dentro de la casa
para darle su comida.
Al día siguiente Pablo y su gato fueron a cuidar todos los arboles y
plantas del parque para que estos puedan continuar bridándonos un aire
puro sin contaminación.