1. Los Mejores Chistes De Pepito
El papá de Pepito decide irse a vivir a los E.U. con toda la familia y Pepito ingresa a una escuela. En
la calle hay 10 gueyes y chillas J. y te voltean a ver cinco, no maaa...nchen, en ocasiones creo que
limitamos nuestra imaginación, hay que llevar libros de nombres a los bautizos señores. Es un objeto
para lograr la risa en nuestra población de actualmente. Estaba Pepito en el patio y su madre le
dice:- Pepito, ve a la tienda y tráeme pegamento. La catequista le pregunta a Pepito a lo largo del
catecismo:- A ver Pepito, ¿por qué los niños no deben hacer estruendos en la misa?.
Y Pepito mirando hacia arriba dijo: ¡Papá, abajo hay un señor que lo necesita! En un cementerio de
México, mientras que todos y cada uno ofrendaban flores y lloraban a sus muertos, Pepito
gimoteaba, al paso que ponía un plato de arroz, como ofrenda para su muertito. Pepito con seriedad
contesta: A la misma hora que el tuyo sale a olisquear las flores. Un día la profesora le dijo a Pepito:
A tu edad yo me sabía todos los nombres de los países. Con lo que me sale de los huevos.
Una patraña para zafarse de que no hizo la labor, esperamos hayan disfrutado de este artículo de
imágenes jocosas y chistes de pepito publicados por el weblog de humor gráfico y no olviden en
dejar sus comentarios. Visita Mis Chistes , nuestra comunidad diseñada para gente a la que le
agradan los rechistes como a tí. Estaba Pepito en un árbol robando manzanas; el dueño del manzano
lo vio y le dijo: ¡Espera a que hable con tu papá! De qué papá pregunta Pepito.
Jorge y Jaime, hambrientos observan a Pepe, este se pone de pie, no sabe que hacer, no sabe que
una parte de su cuerpo recortar, ¡no quiere hacerlo!, cuando de repente observa la costa, sabe que
en la mañana estarán en tierra firme. Decide una vez más no decir nada para no dar falsas
esperanzas mas tendrá que sacrificarse, entonces tiene una idea… se baja su hilachada pantaloneta
y deja su miebro viril al descubierto.
Pepe no pudo dormir bien, pensando en que ya le tocaba sacrificar una parte de su cuerpo para
nutrir a sus amigos, deseaba llegar cuanto antes a la costa, alzó la vista mas la niebla no dejaba ver
el horizonte y no se le ocurría ninguna forma de ganar tiempo, tan solo pensaba en la maldita hora
en que tuvo la semejante idea de sacrificarse, y en que no estaba presto a prescindir de ninguna una
parte de su querido cuerpo.