2. El Tren de la Vida Hace ya un tiempo, leí un libro muy interesante que comparaba la vida con un viaje en tren, o mejor dicho, una serie de viajes que ocurren simultáneamente.
3. La vida es como un viaje en tren, decía. Lleno de embarques y desembarques. Nos montamos. Nos bajamos. Nos volvemos a montar y montamos un poco más.
4. En los puntos de embarque y desembarque a menudo encontramos grandes sorpresas. Unas de infinita felicidad y otras de profundas tristezas.
5. Al nacer, nos subimos al tren por primera vez y conocemos personas quienes creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje. Estas personas son nuestros padres.
6. Lamentablemente, la verdad es otra. Nuestros padres están con nosotros por cuanto tiempo nos son imprescindibles. Ellos también tienen viajes propios que deben completar, y se bajan en una estación dejándonos huérfanos de su amor.
7. Aun así, nos quedan los recuerdos de su afecto, amistad, consejos y su presencia inagotable en nuestros corazones para continuar este viaje.
8. Otras personas que también abordan este tren, inevitablemente llegan a ser muy especiales para nosotros.
9. Entre estas personas se encuentran nuestros hermanos, primos y amigos que le dan sentido a nuestro viaje.
10. De las personas que toman este tren, habrán también los que hagan como un simple paseo regalando su alegría a los demás pasajeros.
11. Otros que solo encontraran grandes tristezas, lágrimas y pérdidas en sus viajes.
12. Y también habrán aquellos que, circulando por el tren, estarán siempre listos para ayudar a quien lo necesite.
13. Muchos al bajar dejan un vacio inmenso en nuestras vidas y una añoranza permanente de volverlos a encontrar en otra estación.
14. Otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon el asiento.
15. Es curioso constar que algunos pasajeros, quienes nos son mas queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto se nos obliga a hacer el trayecto separados de ellos.
16. Desde luego, no se nos impide que durante el viaje recorramos con dificultad nuestro vagón hasta llegar a ellos
17. Pero lamentablemente, una vez que los hayamos encontrado, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento.
18. Pero eso no importa ya que a nuestras vidas también llegan esos amores maravillosos cuando menos lo esperamos.
19. Algunos te harán feliz por un corto tiempo, pues ellos también tienen un viaje que hacer.
20. Otros puede que se dirijan en tu misma dirección y quizás tengas la suerte de disfrutar de ellos por mucho tiempo.
21. Otros serán difíciles de olvidar y siempre los llevarás por dentro. Tal vez llegue otro compañero de viaje que llene el asiento vacío… tal vez no.
22. Otros viajarán en trenes diferentes al tuyo, pero siempre habrá esa parada ideal donde se vuelvan a encontrar.
24. Pero no te preocupes, el viaje sigue… Puede que encuentres ese amor perfecto que te complete y con quien quieras pasar el resto de tu viaje…ó puede que no.
25. Pero el viaje se hace de este modo; lleno de desafíos, sueños, contratiempos, fantasías, esperanzas, obstáculos, pruebas, esperas, encuentros y despedidas…pero jamás regresos.
26. Por eso es preciso que hagamos este viaje de la mejor manera, pase lo que pase.
33. Me quedo pensando si cuando llegue a la última estación y me baje del tren sentiré nostalgia…Creo que sí.
34. Separarme de algunos amigos de los que hice en el viaje será doloroso. Dejar que mis hijos sigan solos será muy triste.
35. Pero me aferro a la esperanza de que en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron.
36. Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré con que el equipaje de mis compañeros e hijos creciera y se hiciera valioso…tanto como ellos lo hicieron conmigo.
38. Hagamos tanto para que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje esperanzas y lindos recuerdos a los que en el viaje permanezcan.