La Lectio Divina es un proceso de cuatro etapas para estudiar las Escrituras: 1) lectura para comprender el contexto y significado del texto, 2) meditación para reflexionar sobre su mensaje personal, 3) oración como respuesta a Dios desde el corazón, 4) contemplación para saborear la presencia de Dios y comprometerse con la transformación.

1. LA LECTIO DIVINA
El itinerario de la Lectio Divina es como una escalera de cuatro peldaños. 1° lectura, 2°
meditación, 3° oración y 4 ° contemplación. Se trata de un proceso dinámico en el que una
etapa nace de la anterior.
La estructura de la Lectio Divina
1) Lectura (conocer, escuchar, situar)
Actitudes: Atención y respeto.
Consiste en leer y releer el texto, identificando los personajes, la acción y los destinatarios.
Tiene tres niveles:
a) Literario: ¿se trata de un relato, poema, código legal, narración, diálogo? ¿Cuál es el
contexto en el que se sitúa el texto?
b) Histórico: ¿En qué época se sitúa la acción? ¿Cuál era la situación de los destinatarios?
c) Teológico: Descubrir lo que Dios quería decirles al pueblo en su situación. ¿Qué nos dice
acerca de Dios, de la historia, del mundo, del hombre? ¿Qué decía el texto en su contexto?
2) Meditación (rumiar, dialogar, actualizar)
Actitudes: reflexión e interiorizar.
Meditación: el texto nos ofrece algo de nuestra realidad o experiencia personal.
¿cuál es el mensaje que este pasaje tiene para mi, para nosotros? Supone reflexión. Es
dialogar entre lo que Dios nos dice en s Palabra y lo que sucede en nuestra vida. ¿Qué
cambio de comportamiento me sugiere?
Pasamos de la mediación a la oración, cuando nos queda claro lo que Dios nos pide.
3) Oración (suplicar, alabar, recitar)
Actitudes. Silencio y adoración.
Es provocar por la mediación, comienza con una actitud de admiración y adoración al
Señor. Entran en juego el corazón y los sentimientos. ¿Qué me inspira a decirle a Dios el
pasaje que he meditado? Es una respuesta que se expresa en la súplica, alabanza, acción de
gracias, de quejas, de conversión, de piedad.
Es el punto de llegada de la Lectio Divina y de partida para un nuevo comienzo.
Se pasa de la oración a la contemplación, no hay, pero el punto de partida por ser un nuevo
comienzo.
4) Contemplación (saborear, ver, actuar)
Actitudes: contemplación, saborear, descubrimiento, transformar.
Es la culminación de toda el caminar. Es sumergirse en el interior de la Palabra de dios para
descubrir y saborear en los acontecimientos la presencia activa y creadora de esta Palabra.
Invita a comprometerse con el proceso transformador en la vid de cada uno de nosotros.
“... las Escrituras hablan de Mi...” (Jn 5, 390)
Hurmi