2.
El término educación sexual se usa para describir el
conjunto de actividades relacionadas con la
enseñanza, la difusión y la divulgación acerca de la
sexualidad humana en todas las edades del
desarrollo, el aparato reproductor femenino y
masculino, la orientación sexual, las relaciones
sexuales, la planificación familiar y el uso de
anticonceptivos, el sexo seguro, la reproducción
y, más específicamente, la reproducción humana,
los derechos sexuales y los derechos
reproductivos, los estudios de género y otros
aspectos de la sexualidad humana, con el objetivo
de alcanzar una satisfactoria salud sexual y
reproductiva.
3.
A esto se une la perspectiva, generalmente
negativa, con la que abordamos la sexualidad en
los adolescentes y jóvenes. Los temas
recurrentes son: las enfermedades de trasmisión
sexual, los embarazos no deseados, la edad
adecuada para comenzar a tener experiencias
sexuales… pocas veces hablamos con ellos y ellas
de que la sexualidad está presente en todas las
personas desde que nacemos, que varía en cada
etapa de la vida, de la importancia de tener una
vida sexual satisfactoria, de que es una fuente
de placer físico y afectivo… pocas veces
hablamos de la sexualidad en positivo,
pensamos que hablándoles en estos términos les
incitamos a practicar sexo. Convertimos el
placer en un tema tabú.
4. Debemos
partir del concepto de que la
adolescencia es un momento crucial en la
vida individual, una edad maravillosa durante
la cual se asumen decisiones trascendentes
frente a oportunidades que la vida ira
brindando. Confusión y esperanza se
conjugan en un momento que exige de
nosotros máxima atención y delicado
acompañamiento porque lo cierto es que no
esta exento de riesgos.
¡Antes de hacer una cosa sobre este tema
debemos pensar profundamente ver las
consecuencias y tomar una opción!