La energía eléctrica se ha vuelto indispensable para la industrialización, pero es difícil de almacenar y esto aumenta los costos. Es una energía limpia una vez obtenida, pero las centrales hidroeléctricas, térmicas y nucleares tienen impactos ambientales como la sedimentación, eutrofización, efecto invernadero, lluvia ácida y contaminación del agua.