2. Existen multitud de sistemas “inteligentes” de refrigeración y control
térmico en la actualidad, pero a veces merece la pena retomar lo simple:
VENTILADORES.
Es cierto que vivimos en la era de la tecnología y que la tecnificación de
ciertas actividades o herramientas que utilizamos muy a menudo nos facilita
el día a día. Pero no podemos permitir que los árboles no nos dejen ver el
bosque. Especialmente en todo lo concerniente a la climatización.
La climatización supone uno de los mayores gastos energéticos de un
edificio. Los grandes sistemas para edificios públicos pueden llegar a ser
realmente complejos, por tanto ese gasto no sólo es durante la vida útil del
edificio sino en su construcción.
3. De una manera barata, sencilla, sin grandes intervenciones:
con ventiladores.
Los ventiladores son una tecnología sencilla, pero puramente lógica,
depurada a lo largo de años de utilización y rediseño, al igual que todas las
soluciones utilizadas históricamente en la arquitectura tradicional. (en
próximos artículos analizaremos otras tecnologías lógicas)
En la actualidad es difícil que sustituyan completamente la climatización
controlada, pero pueden reducir enormemente sus costes.
4. En espacios no climatizados, las pequeñas corrientes
de aire permiten que el cuerpo humano traspire con
más facilidad y que por tanto se enfríe. Por eso,
aunque hacer que circule aire no disminuye la
temperatura real en el espacio, la sensación térmica
puede ser de hasta 5.6ºC menos que la temperatura
real.
5. Cuando realizamos una impulsión de aire en un espacio, debido al efecto de
estratificación, este se distribuye de manera que el aire más caliente
asciende hacia la parte superior del espacio y el aire frío tiene a quedarse en
las partes bajas. (El aire caliente es entre un 5% y 7% más ligero que el frío)
Con el uso de ventiladores eliminamos este efecto, mezclando el aire, con lo
que obtenemos una temperatura homogénea y una mayor eficiencia.
Debido a que la velocidad de los ventiladores es pequeña y al diseño
aerodinámico de sus palas, se mueven grandes volúmenes de aire a muy
baja velocidad y asó no se homogeneízan las temperaturas sin corrientes de
aire molestas.
La mezcla continua de aire y la consiguiente uniformidad en la temperatura
permite mantener los termostatos con mucho menor esfuerzo, lo cual implica
una reducción importante de costes energéticos, pudiendo llegar a ahorros
de un 30%.
Adicionalmente generar y mantener temperaturas uniformes en todo el
espacio reduce la posibilidad de que aparezcan condensaciones.
6. Los ventiladores ahorran dinero de 6 maneras
diferentes.-
1. En refrigeración reducen los costes hasta un 30%
2. En calefacción distribuyen el calor más
eficientemente
3. Pueden estar funcionando de continuo con
consumos mínimos
4. Pueden gestionarse de manera coordinada con
los sistemas de climatización
5. Su instalación es sencillísima, incluso aunque no
estuviera prevista inicialmente
6. Su funcionamiento está garantizado. Siempre
7. La tecnología mecánica es la aplicación práctica de la mecánica física; por
tanto, se ocupa del estudio de las fuerzas y movimientos de los sistemas
mecánicos. Sin embargo, el término tiene otros significados, compatibles
con el anterior. Mecánica: son los trabajos u operaciones con piezas de
metal, así se denomina como mecánica a cualquier actividad en la
manipulación o trasformaciones de piezas de metal, la metalurgia no es
mecánica dado que trasforma un mineral, con componentes metálicos pero
de características no metálicas, desde el punto de vista físico, en metal
propiamente dicho. El término mecánica puede entenderse como: Parte de
la física que estudia las fuerzas. Trabajos y operaciones con material
metálico. Trabajos repetitivos según un proceso previamente establecido. Lo
que da lugar a la mecánica industrial que estamos tratando, la tecnología
mecánica puede adoptar cualquiera de los anteriores significados o una
combinación de ellos