El poema describe un encuentro entre el narrador y una mujer hermosa. El narrador observa a la mujer pasar y queda encantado por su belleza radiante. Aunque desea hablar con ella, no se atreve por el dolor que siente en su corazón. Cuando sus miradas se cruzan, la mujer se sonroja. El narrador la describe como esbelta y gentil. Aunque una sonrisa en su rostro le acaricia, también le hiere. El encuentro deja al narrador con el recuerdo del perfume sutil de la mujer.
1. Por mi ella pasó,
de ,a hora,
y la que era
por gracia de su hermosura
se volvió radiante el
¡Ay !
Que no la yo,
que por yo tengo
malherido el .
Yo la ...y ella a mí,
toda en rubor.
Era garrida y gentil,
esbelta como una ,
y en la su había
una que le acariciaba
pero que a la par, hería.
¡ !
Que no la yo.
Yo la ...y ella a mí.
Y en mi dejó
el sutil
del .