El poema agradece a la vida por todos los dones recibidos, incluyendo la capacidad de distinguir entre el blanco y el negro, la belleza del cielo estrellado, el oído para escuchar diversos sonidos de la naturaleza y la voz amada, el lenguaje para comunicarse, la capacidad de caminar para explorar diferentes lugares y la casa del ser amado, el corazón para apreciar la belleza humana y lo que hay en el fondo de los ojos claros de la persona amada, y la risa y el llanto para distinguir la