El documento es una reflexión de una persona mayor sobre el envejecimiento y las críticas a las que se enfrentan los adultos mayores. Defiende que los mayores no son responsables de la pérdida de valores como la cortesía, el romance y la dedicación al trabajo, y que aún pueden disfrutar de la vida a pesar de sus limitaciones físicas. Concluye expresando su deseo de seguir disfrutando la vida que le ha sido dada y enviando el mensaje a un amigo para estar seguros de que lo recibe.