Las botellas plásticas tardan entre 100 y 1000 años en desaparecer, mucho más que otros materiales como papel, cáscara de naranja o calcetines de lana. Los materiales que tardan más en desaparecer son las botellas de vidrio a 4000 años y las botellas de plástico o vasos desechables de polipropileno a más de 1000 años.