2. Pero el final será mejor que el principio pero la joven madre estaba feliz, y pensaba que nada podía ser mejor que el tiempo que estaba viviendo, por eso se puso a jugar con sus hijos, a recoger flores para ellos a lo largo del camino, y los baño en arroyos cristalinos el sol brillo sobre ellos, la vida era muy buena, y la joven madre grito: Nada podrá superar la hermosura de esto...
3. Llego la noche y la tormenta, los niños temblaron de frió, la madre los arrulló a su seno y los cubrió con su manta, los niños dijeron: Mamita, no tenemos miedo porque tu estas con nosotros y nada nos puede dañar. La madre dijo: esto es mejor que la luz brillante del día, porque he infundido valor a mis hijos...
4. Llego la mañana y vieron una montaña por delante, los niños subían y el cansancio los vencía, pero la madre aunque cansada les decía siempre: tengamos un poco de paciencia y llegaremos; llegaron a la cumbre y allí dijeron: sin ti, jamás hubiéramos llegado Mamá. Aquella noche la madre acostada, miro las estrellas y dijo: este día es mejor que el anterior porque mis hijos han aprendido a enfrentar las esperanzas de la vida con entereza, hoy les he dado fortaleza...
5. El día siguiente trajo extrañas nubes sobre la tierra que la cubrieron de tinieblas, eran las nubes de la guerra, del odio y del mal; los hijos caminaron a tientas y tropezaron, la madre les dijo: miren hacia arriba, levanten la vista hacia la luz, y ellos miraron y vieron por sobre las nubes, una gloria eterna que los dirigió y los llevo mas allá de las tinieblas, aquella noche la madre dijo: este es el mejor de todos los días porque he conducido mis hijos al conocimiento de Dios...
6. Los días pasaron, las semanas, los meses, los años, la madre envejeció y sus espaldas se curvaron, ya sus hijos eran grandes y fuertes, y caminaban sin temor cuando el camino se ponía difícil, ellos ayudaban a su madre, si el camino era muy áspero la levantaban porque era liviana como una pluma, por fin llegaron a la colina, detrás de la cual divisaron un camino resplandeciente, y las puertas de oro abierta de par en par, la madre dijo: he llegado al final de mi viaje, ahora se que el final es mejor que el principio, porque mis hijos pueden caminar solos, y sus hijos los van a seguir...
7. Y los hijos dijeron: siempre caminaras con nosotros Mamá, aun después de que hallas pasado por aquella puerta, y de pie se quedaron mirándola, como sola siguió caminando hasta que las puertas de oro se cerraron tras ella, y se dijeron: no podemos verla, pero todavía esta con nosotros, una madre como la nuestra es mas que una memoria, es una presencia viva.