Un chino llamado Chin que vivía en un iglú fue a pescar y atrapó un pez enorme con la ayuda de un pingüino, pero cuando intentó cocinar el pez dentro de su iglú, el calor derritió parte del hielo. Chin reparó el daño reconstruyendo el iglú con cubos de hielo y decidió que en el futuro haría fuego fuera para evitar derretir su vivienda.