El consumo excesivo de alcohol puede provocar dependencia física y psicológica, así como daños en varios órganos como el hígado y el cerebro. Aunque el cuerpo puede acostumbrarse al alcohol, esto no significa que se tiene control sobre él, ya que la abstinencia puede causar síntomas de síndrome de abstinencia. Beber en exceso puede causar vómitos, dificultad para caminar e incluso coma. Las campañas de prevención deben centrarse en prevenir el consumo nocivo, especialmente entre los j
1. Prevención y cuidados en el consumo de alcohol
El alcohol produce dependencia física y psíquica. El consumo habitual en el
tiempo puede provocar daños en hígado, páncreas, estómago, corazón y
cerebro.
Cuando una persona “aguanta” un gran consumo de alcohol no significa que
lo controla, sino que su organismo se ha acostumbrado a él. Si un organismo
se acostumbra al alcohol, la ausencia del mismo produce Síndrome de
Abstinencia (sus síntomas van desde temblores, ansiedad, sudoración,
náuseas, hasta pérdida de conciencia y alucinaciones, entre otros).
Los efectos del consumo en exceso producen vómitos, imposibilidad de
caminar, incontinencia y pueden llevar al coma alcohólico.
"En muchos países es motivo de creciente preocupación el uso nocivo del
alcohol de parte de jóvenes y mujeres. Beber hasta intoxicarse o ingerir
circunstancialmente grandes cantidades de alcohol constituye episodios
frecuentes entre los adolescentes y adultos jóvenes, y los perjuicios que
acarrea el uso del alcohol son mayores en los grupos de edad más jóvenes de
ambos sexos. En las etapas prenatales, el uso nocivo del alcohol puede
causar, entre otros daños, síndrome alcohólico fetal y varios defectos físicos y
deficiencias neurobiológicas que lastran el desarrollo y la socialización de la
persona. Las consecuencias dañinas de la bebida afectan no sólo a quienes
beben, sino también a los demás, y tienen asimismo efectos en la sociedad.
Cada vez hay más datos fehacientes de la contribución del alcohol a los casos
de traumatismo agudo asociados con violencia y a las colisiones en la vía
pública que afectan a peatones. Las repercusiones para la salud pública de las
colisiones en la vía pública relacionadas con el alcohol podrían incluso
acrecentarse con el rápido aumento del número de automóviles en muchas
partes del mundo.
El trabajo debería centrarse prioritariamente en la prevención del consumo
nocivo y basarse en los mejores datos científicos disponibles. Para ser
eficaces, las estrategias y los posibles elementos de política deberían abordar
los niveles, las características y el contexto del consumo de alcohol mediante
una combinación de medidas dirigidas tanto a la población en su conjunto
como a grupos vulnerables, por ejemplo jóvenes y embarazadas, personas
afectadas y problemas particulares tales como la conducción de vehículos
2. bajo los efectos del alcohol y la violencia relacionada con éste".
Las Rozas de Madrid, municipio con casi un 25 % de población menor de
edad, está trabajando en la prevención del consumo de alcohol y como tal
promueve acciones preventivas en tres pilares fundamentales: La familia, la
escuela y la comunidad.
A las familias, como motor principal en la educación y desarrollo de los
menores, se les ofrece información y formación en prevención, teniendo en
funcionamiento desde la Concejalía de Menor y Familia diferentes programas
enfocados a éstas, como son la Escuela de Padres y Madres, las Tertulias en
Familia y habiendo realizado programas específicos de prevención de
drogodependencias en el ámbito familiar en colaboración con la Agencia
Antidroga y la FAD. Queremos que la responsabilidad de estas acciones
preventivas no se limite a las administraciones públicas, sino que se tome
conciencia de que nos encontramos ante una responsabilidad compartida
donde la familia desempeña un papel prioritario, y que los mensajes y el
ejemplo que se traslada a los menores debe ser coordinado y coherente para
evitar contradicciones en relación a la prevención de las drogodependencias.
Igualmente queremos que la educación frente a las drogas y a otros riesgos
presentes en nuestras vidas se inicie en los primeros años, preparando a los
menores para la asertividad, la autoestima, la resistencia y la presión de
grupo.