El documento resume tres instrumentos folklóricos: el atabaque, un tambor de origen africano usado en rituales afrobrasileños; el shakuhachi, una flauta de bambú japonesa usada originalmente por monjes budistas zen en meditación; y la dulzaina, un instrumento de viento de madera con lengüeta doble típico de España que siempre se acompaña con un tambor pequeño llamado tabalet debido a su sonido vivo y penetrante.