2. Henry Ford muere y llega al Cielo. En la
puerta, San Pedro:
-“Bueno, tú fuiste una buena persona y ni
que decir de tu invención, la cadena de
montaje para coches; cambió el mundo.
Como recompensa, puedes pasear a tu
voluntad por el Cielo. Puedes ir a cualquier
lugar.”
3. Ford piensa un momento y dice:
-“Quiero estar junto a Dios un rato.”
San Pedro le pide a un ángel que acompañe
a Ford hasta la sala privada del
Todopoderoso. Ford entra en la sala y le
pregunta a Dios, con reverencia:
-“Señor Todopoderoso, cuando inventaste a
la mujer, ¿en qué pensabas?”
-“¿Qué quieres decir con eso?” –Responde
el Todopoderoso.
-“Bueno Señor, hay grandes problemas en
el proyecto de tu invención.”
4. No existe ningún modelo económico.
Hace mucho ruido cuando se calienta.
El mantenimiento es extremadamente
caro.
Necesita pintura constantemente.
Tiene que parar 5 de cada 28 días.
5. Antes del primer tercio de su vida, se
le caen las defensas delanteras y
traseras.
La carrocería se cuartea a los pocos
kilómetros.
El consumo de combustible es
asombroso.
-“Y estos son alguno de los problemas.”
6. Dios va para el superordenador Celestial;
hace clic en un icono de la pantalla y, casi
instantáneamente, aparece un listado.
Dios lee el informe, se vuelve hacia Ford y
le dice:
7. -“Puede que mi proyecto tenga algunos
fallos como dices, pero en este preciso
momento, hay más hombres montados en
mi invento que en el tuyo.”