El documento resume los principales cambios en la moda durante el siglo XX, especialmente para la ropa femenina. Las faldas se volvieron más cortas y aparecieron los diseñadores de alta costura. En la década de 1960, Mary Quant creó la minifalda y se popularizaron los tejidos sintéticos. En las décadas posteriores hubo una tendencia unisex con el uso de pantalones por parte de las mujeres. Actualmente hay diversas tendencias y abundan los tejidos funcionales.
2. Durante el siglo XX se produjeron los
cambios más importantes y radicales en la
moda. En los primeros años, el vestuario
masculino se hizo más informal, aunque
apenas evolucionó. Las mayores
transformaciones se dieron en el vestuario
femenino: las faldas se volvieron más ligeras,
en forma de tubo y normalmente por encima
de las rodillas, hasta que en 1925 apareció la
gran revolución: la falda corta. Con ella
surgió un nuevo tipo de mujer; además,
favoreció el desarrollo de las medias
(primero de seda y después de otros tejidos)
y también de los zapatos de tacón
3. La moda fue consiguiendo poco a poco mayores
libertades, y comenzaron a aparecer los grandes
diseñadores, que creaban líneas nuevas para cada
temporada, como los famosos Dior, Balenciaga,
Chanel o Yves Saint Laurent. Durante la década de
1960 se sucedieron las novedades: en 1965, Mary
Quant creó la minifalda, y comenzaron a usarse los
primeros tejidos artificiales.
En las dos décadas posteriores se siguió una
tendencia unisex; es decir, la moda, normalmente
femenina, tomó prestados algunos elementos
propios de la ropa masculina, sobre todo los
pantalones, que pasaron a ser prenda habitual
también entre las mujeres. Actualmente, existen
muy diversas tendencias, y abundan los tejidos
artificiales para distintas funciones
4.
5. Aparte de clasificar las joyas por los
materiales con que están
confeccionadas, podemos hacerlo
también por la parte del cuerpo que
adornan: cabeza, cara, cuello,
cuerpo, piernas, brazos, manos y
dedos.
Las joyas más habituales para
adornar la cabeza son las coronas
(símbolo, sobre todo, de la realeza y
de la aristocracia).
6. Además de coronas, existen penachos,
utilizados por los jefes guerreros de
tribus indígenas norteamericanas, y
decorados con plumas de aves. Para
sujetar el pelo, se emplean horquillas y
diademas, algunas tan fantásticas como
la diadema Fénix, elaborada en oro, plata,
esmalte azul, perlas y piedras preciosas.
Fue encontrada en una tumba de Pekín en
perfecto estado de conservación.
Los pendientes y los aros se usan en
muchas culturas para adornar las
orejas, pero, también, los labios y la
nariz.
7. Muchas culturas han usado también joyas
para sujetar y decorar sus ropajes. Algunas
de las más importantes son los cinturones,
los broches y las fíbulas (una especie de
broche, a modo de imperdible, que sujeta las
túnicas a la altura del hombro). Uno de los
mejores ejemplos de fíbulas los tienes en la
cultura franca, elaboradas en el siglo VI.
Miden unos 10 cm, aproximadamente, y están
realizadas en oro, bronce y granate.
Los brazaletes y las pulseras adornan los
brazos. Las pulseras se colocan,
generalmente, a la altura de la muñeca, y los
brazaletes suelen ir en el antebrazo.
También hay anillos de todo tipo para los
dedos (incluso de los pies), y tobilleras para
los tobillos