Este cuento describe dos pinturas que representan la paz: 1) Un lago tranquilo rodeado de montañas y cielo azul, y 2) Montañas tormentosas con una cascada, detrás de la cual se encuentra un pajarito en su nido. A pesar del caos exterior, el pajarito permanece calmado. El rey elige esta segunda pintura porque la paz verdadera significa mantener la calma interior a pesar de los problemas externos.