El documento describe el caso de Nestlé y su uso de aceite de palma, el cual Greenpeace denunció que perjudicaba el hábitat de los orangutanes. Nestlé reaccionó de forma inapropiada a las críticas en las redes sociales, respondiendo de manera agresiva y borrando comentarios, lo que llevó a una confrontación con los usuarios. Finalmente, Nestlé se comprometió a que sus productos no contribuirían a la deforestación.