2. La red social influyó en México La campaña de rechazo a este planteamiento tuvo lugar, sobre todo, en Internet y, en particular, en las redes sociales. La participación de los cibernautas, no solo mexicanos, mostró una vez más el poder que son capaces de ejercer estas comunidades virtuales. Uno de los sitios donde los usuarios expresaron su desacuerdo con esta propuesta fue el microblog Twitter. En esta red, la protesta se denominó Internet Necesario. Para los cibernautas de este sitio, la intención de grabar un impuesto representa un retraso tecnológico, sobre todo, porque “elevaría aún más la brecha tecnológica en México”. Según un informe publicado en el diario La Jornada, la presión ejercida por los usuarios de Twitter influyó entre los diputados que se vieron obligados a rever la propuesta. De acuerdo con el diario El País, entre los usuarios que protestaron en Twitter, estuvieron varios profesores universitarios. Entre ellos, Alejandro Pisanty, profesor universitario y presidente de la Sociedad Internet de México. El académico difundió un comunicado en su bitácora, en el que manifestó su rechazo a los impuestos que evaluaba el Congreso mexicano. “ Internet, como una necesidad básica y creciente, implica no dificultar ni encarecer el acceso sino todo lo contrario, facilitarlo e impulsarlo”. Conversó con otros activistas sobre lo que harían después.
3. Userful ayuda a ahorrar energía Eso significa que un solo CPU hace las veces de servidor y garantiza la operación de hasta 10 estaciones de trabajo (computadoras). Así, el sistema convierte a un monitor, un teclado y a un ratón en una estación de trabajo completa e independiente, sin necesidad de que cada uno tenga un CPU. De este modo, los usuarios podrán contar en su máquina con un ambiente laboral acorde con sus necesidades. Este sistema, presentado en Quito, busca reducir el consumo energético que demandan estos equipos. Por lo general, una persona que emplea una computadora para leer un texto, por ejemplo, no agota todos los recursos que brinda la máquina. Por eso, el propósito es evitar este desperdicio de energía. Según Darlene Parker, representante de la firma canadiense Userful Corporation, quien estuvo en Quito, este sistema ayuda a reducir los gastos que exige la compra de computadoras en empresas y escuelas. Lo interesante es que la experiencia del usuario sigue siendo la misma que si tuviera una computadora para él solo. Otra ventaja es que cuando la organización tenga que actualizar sus equipos, únicamente lo hará en una de cada 10 computadoras. Además de ahorrar en la adquisición de equipos, la empresa que utilice este sistema puede ahorrar energía. En realidad, los equipos de cómputo emiten un remanente de CO2 a la atmósfera, con lo que a menos máquinas, menos polución. Parker asegura que estos sistemas incluyen componentes que son muy eficientes, desde el punto de vista energético: tienen un disco duro y una fuente de poder más pequeña que las convencionales. Por ejemplo, la capacidad de consumo de un dispositivo CPU, de la empresa Userful, es de 55 vatios, mientras que un CPU clásico consume hasta 120 vatios de energía. Además esta energía es repartida hacia las otras estaciones de trabajo.