El rey Belsasar celebró un gran banquete donde bebió vino y alabó a dioses de metal. Mientras esto ocurría, aparecieron dedos escribiendo una advertencia en la pared que solo Daniel pudo descifrar. La advertencia predijo que el reino sería dividido y dado a los medos y persas, lo cual se cumplió esa misma noche cuando Belsasar murió y Darío el medo tomó el reino.