El documento señala que a pesar de que muchos aspectos de la vida moderna como la escritura, la tecnología, la comida y las vacaciones tienen orígenes extranjeros, los vecinos a menudo son vistos como extranjeros despreciables. Repite la frase "Y tu vecino... ¿Un despreciable extranjero?" varias veces para enfatizar que aunque se aceptan las contribuciones de otros países, los vecinos a veces no son tratados con el mismo respeto.