Este documento contrasta aspectos de la vida en Argentina en 1816 y 2016, señalando que en la actualidad hay mayor diversidad en la vestimenta, el sufragio universal, edificios más modernos y acceso a comidas y música de todo el mundo, mientras que en 1816 la vestimenta, el gobierno, la arquitectura y la dieta eran más limitados y tradicionales, y los medios de transporte se basaban principalmente en caballos y carretas.