La maestra expresa lo gratificante de su trabajo enseñando a niños pequeños, destacando las sonrisas, el entusiasmo y el cariño que recibe de los estudiantes y sus familias. Ella disfruta ver el desarrollo de los niños, guiar sus primeros pasos en la escritura y lectura, y establecer vínculos estrechos a lo largo de los tres años de educación infantil.