Alimentación; Las necesidades energéticas de un perro en invierno son mayores que en verano, ya que tienen que mantener estable su calor corporal. Por ello, debemos aportar mayor cantidad de pienso en esta época del año. Agua; Si nuestro perro vive en el exterior, debemos vigilar que no se haya congelado el agua de su cacharro, y no tenga acceso a ella . Cepillado; Los perros en invierno “sueltan” mucho pelo, principalmente si conviven con nosotros dentro de casa. Con la calefacción, la temperatura ambiental es mucho mayor, y los perros se desprenden de su pelo de invierno. (Al igual que nosotros nos quitamos el abrigo para estar en casa). Baños; En cuanto al baño tenemos que tener la precaución de bañarlo con agua templada y secarlo muy bien con toalla, e incluso (si fuera posible) con secador. Vacunaciones y desparasitaciones; Es necesario tener al día las vacunas y las desparasitaciones de nuestra mascota. De esta manera mantendremos en perfecto estado su estado inmunitario. Cuidado de la almohadillas; Si vives en una zona de nieve o de temperaturas muy frías, a veces se agrietan las almohadillas de los perros. Existen unas cremas que se aplican en las almohadillas, para endurecerlas.