Este poema describe a un amante antiguo que aún mantiene las costumbres románticas del pasado como enviar flores y cartas de amor a pesar de vivir en los tiempos modernos. Aunque viste como los demás y vive la vida actual, el amor sigue significando lo mismo para él y disfruta de gestos románticos como besar la mano de su amada y contemplar la madrugada en sus brazos.