Investigadores de la NASA han concluido pruebas con un nuevo combustible parafínico para vuelos interplanetarios. Este combustible es similar a la cera de velas, se maneja fácilmente y no es tóxico. A diferencia de los combustibles convencionales, los residuos de este nuevo combustible son dióxido de carbono y agua en lugar de óxido de aluminio y ácidos.