La madre del autor le preguntó cuál era la parte más importante del cuerpo. A través de varias conversaciones, el autor aprendió que los ojos y los oídos no son las partes más importantes porque hay personas ciegas y sordas. Finalmente, la madre explicó que los hombros son la parte más importante porque permiten a alguien apoyarse en ellos cuando llora, como el autor necesitó hacer después de la muerte de su abuelo.