El poema describe la preferencia del hablante por permanecer en la penumbra de la alcoba con su amada en lugar de abrir la ventana y dejar entrar la luz del sol. El hablante encuentra vulgar la luz del día y prefiere disfrutar de la luz más discreta que emana de los ojos violetas de su amada. Pide otro beso antes de que se abra la ventana.