El nacimiento del hijo de la autora fue la experiencia más hermosa de su vida. Ser madre es un don que solo las mujeres tienen y trajo una inmensa alegría a su vida, aunque también cambió radicalmente. Ahora, como madre primeriza, aprende cada día el rol de cuidar y ayudar a su pequeño hijo, quien depende completamente de ella, con la esperanza de guiarlo a convertirse en una gran persona y estar siempre allí para él.