En el ajedrez, las desigualdades sociales no existen. El ajedrez es una disciplina en la que solo importan la práctica y la constancia, no el nivel económico. Un profesor estadounidense enseñó ajedrez a niños de bajos recursos en el Bronx y los ayudó a ganar un campeonato a pesar de sus desventajas, mostrándoles que podían triunfar con esfuerzo. El profesor explica que el ajedrez promueve la inclusión social y estimula el razonamiento