En 1976, Whit Diffie y Martin Hellman crearon los sistemas criptográficos de clave asimétrica o pública, los cuales utilizan dos claves, una privada y otra pública. La clave privada solo la conoce su propietario, mientras que la clave pública puede ser conocida por cualquiera. El sistema permite que dos personas intercambien mensajes cifrados de forma que solo el destinatario pueda leerlos y se asegure de la identidad del emisor.