El Bosque de Piedra de Shilin en la provincia china de Yunnán es un área kárstica de 270 millones de años compuesta de enormes agujas de piedra caliza erosionadas, que recibe a diario a miles de turistas locales y extranjeros y fue la inspiración para las montañas flotantes en la película Avatar; la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad.