La isla de Burano, cerca de Venecia, es conocida por las casas pintadas de colores brillantes para distinguirlas cuando los pescadores regresaban de mar, una tradición que ahora atrae turistas. La gente de la isla tiende su ropa al aire libre, añadiendo más color a las calles. La sencillez de los habitantes y los colores vivos de las casas hacen de Burano una isla llena de alegría y luminosidad.