El documento habla sobre los desafíos que enfrentan las empresas para implementar sistemas de inteligencia artificial éticos y cómo pueden abordarlos. Propone tres pasos clave: auditar los datos y algoritmos para identificar y mitigar sesgos, establecer salvaguardas de privacidad y transparencia, y fomentar una cultura de responsabilidad a través de la capacitación y la rendición de cuentas.