Una estudiante le escribe una carta a su profesor Luis San Martín para expresar su profunda admiración por su vocación por la enseñanza y agradecerle por su paciencia y por lograr que cada día tenga ganas de asistir a su clase para enriquecerse con nuevos conocimientos, los cuales logran llegar más allá y generarle una sensación de disfrutar el aprendizaje sin verlo como una obligación.