Este documento critica la cobertura sensacionalista y superficial del caso Dalmasso por parte de los principales medios de comunicación argentinos. Señala que los medios cometieron errores como generalizar sobre la sociedad de Río Cuarto, publicar detalles gráficos innecesarios sobre la escena del crimen, y analizar las redes sociales de la familia sin contexto ni precisión. Concluye que se necesita un periodismo comprometido con la verdad y el contexto social, en lugar de enfoques espectaculares, y que respete la dignidad
1. Caso Dalmasso
Por Pablo Rodríguez
- La “volanta” como primera falacia: el crimen del country cuando en realidad ni siqui-
era es un barrio privado.
- Generalización y prejuicio: Revista Noticias publicó una tapa titulada: La historia
prohibida de Río Cuarto. Una de las sociedades más conservadora y careta. Sexo,
trampa e hipocresía.
- Desconocimiento del contexto, falta de precisión y síntomas de un periodismo to-
davía muy metropolitano: emisiones de TN llamaban como pueblos algunos barrios de
Río Cuarto, como el caso de Banda Norte.
- Sensacionalismo: América Noticias publicó fotos de Nora Dalmasso muerta en la
cama de su hija donde se mostraba el lazo de la bata y las sábanas manchadas con san-
gre. Juicio de 1 millón de pesos.
- América 24 también entraba al fotolog Valentina, la hija de Nora, y sacaban conclu-
siones de sus sentimientos. También “analizaban” los comentarios que sus amigos le
dejaban.
Conclusiones
- Se necesita un periodismo que profundice en el contexto y que conozca el entorno
social en el que se inscriben los casos.
- El periodismo argentino aún sigue siendo demasiado capitalino. ¿Hay medios real-
mente nacionales? Quizá Radio Nacional… No encuentro otro.
- Se necesita un periodismo que se sitúe en el tema central, en las causas, sus conse-
cuencias y el contexto, pero que no caiga en la espectacularización y el sensacional-
ismo y que renuncie a prácticas que atenten contra la dignidad de las personas.
En definitiva, se necesita un periodismo comprometido con la búsqueda de la verdad
acerca de quién es el hombre. Con ese punto de partida, el rumbo sería un poco más
claro.
Muchas veces, la distancia entre la teoría y la práctica es muy marcada. Sin em-
bargo, vale la pena intentar mejorar la profesión un poquito todos los días.