El documento describe dos casos de muertes relacionadas con la policía en Ecuador. El primer caso involucra a Damián Peña, un estudiante asesinado durante una protesta universitaria en 2002 presuntamente por dos policías. El segundo caso describe un asalto a una farmacia en 2003 que resultó en un tiroteo entre policías y delincuentes, dejando muerto a un mensajero y llevando a la viuda Dolores Velez a acusar a la policía de la muerte de su marido Carlos Andrade.