Charlie Sheen tuvo una exitosa carrera cinematográfica en las décadas de 1980 y 1990, pero luchó con problemas de adicción que afectaron su vida personal y reputación. Se divorció de su esposa Denise Richards después de que se reveló que había tenido una aventura, y más tarde testificó en un caso de prostitución que destruyó su carrera por un tiempo. Aunque buscó tratamiento, continuó teniendo problemas legales y de adicción en los años siguientes.