Este poema celebra la belleza natural y la gente trabajadora del pueblo de Chocofán en Perú. Alienta a los residentes a unirse con ilusión para trabajar juntos y construir un futuro próspero, recordando a sus antepasados y luchando por los sueños de la próxima generación. Finalmente, rinde homenaje a su santo patrón San Antonio y expresa orgullo por su tierra natal de Chocofán.