El documento compara cómo un cirujano y un maestro de principios del siglo XX se adaptarían si fueran trasladados a su profesión en la actualidad. El cirujano estaría sorprendido por la tecnología quirúrgica moderna y se sentiría fuera de lugar, mientras que el maestro podría seguir enseñando el mismo tema usando métodos tradicionales sin mucha dificultad, lo que plantea interrogantes sobre si los métodos de enseñanza han cambiado lo suficiente.