La capacidad de medir es fundamental para comprender y mejorar cualquier proceso o sistema. Existen diversas herramientas y métodos para medir distintos aspectos de los procesos, como la satisfacción del cliente, la productividad laboral, la calidad del producto final y el rendimiento financiero. La medición adecuada permite identificar áreas de oportunidad y tomar decisiones basadas en datos para alcanzar los objetivos planteados.