El documento propone continuar investigando los aspectos de las relaciones parentales que más influyen en el abuso futuro para mejorar las estrategias preventivas y diseñar nuevos programas de formación para padres. También recomienda incluir a las familias con hijos pequeños, aunque aún no usen mucho la tecnología, para prevenir la adicción excesiva de los adolescentes a las redes sociales y descuiden sus estudios y familias.