Condiciones de vida de los obreros en las ciudades industriales inglesas a mediados del siglo XIX
1. En otras grandes ciudades marítimas no se ve nada mejor. Liverpool, con todo su
comercio, su esplendor y su riqueza trata a sus obreros con la misma barbarie. Una
quinta parte de la población, es decir, 45.000 hombres, habitan en estrechos sótanos
oscuros, húmedos y mal ventilados; de éstos existen en la ciudad 7.862. Además, hay
2.275 patios (courts), es decir, pequeñas plazas con construcciones a los cuatros lados
y con un solo pasaje, en general cubierto, y, por lo tanto, sin ventilación. En Bristol
fueron visitadas, en una ocasión, 2.800 familias obreras, y de ellas, el 46 % por ciento
tenían una sola habitación.
Las mismas condiciones encontramos en las ciudades industriales. Nottingham tiene.
en total, 11.000 casas, de las cuales, de siete mil a ocho mil están construidas con el
muro posterior en común, de manera que es imposible cualquier clase de ventilación;
además, existe una sola letrina en común para muchas casas. En una inspección
recientemente hecha se comprobó que muchas filas de casas están construidas sobre
húmedos albañales, cubiertos sólo con una capa de pavimento. En Leicester, Derby y
Sheffield no se ve otra cosa. Sobre Birmingham informa el articulo citado del Artizan:
“En las partes viejas de la ciudad existen muchas localidades sucias y descuidadas,
llenas de montones de residuos y cenagales. Los patios, muy numerosos, en
Birmingham suman más de 2.000 y albergan a la mayor parte de la clase obrera; son,
en su mayoría, estrechos y fangosos, mal ventilados y con malos desagües; encierran
de ocho a veinte casas, la mayor parte de las cuales reciben el aire de una sola parte,
porque tienen el muro posterior en común con otra casa, y en el fondo del patio existe
un depósito de desperdicios, o algo semejante, cuyo aspecto es indescriptible.
Debemos señalar que las nuevas construcciones están dispuestas más racionalmente y
mantenidas con mayor decencia; y también que en los patios, los cottages están
menos apretados que en Manchester y Liverpool. Por esto, en períodos en que
dominaban enfermedades epidémicas, Birmingham tuvo un número mucho menor de
muertos que Wolvehampton, Dudley y Bilston que están sólo a algunas millas de
aquélla. En Birmingham, los sótanos que sirven para habitaciones son desconocidos,
aunque algunos locales para sótano sean impropiamente utilizados como ateliers. Las
casas de albergue para obreros son bastante numerosas (más de 400), sobre todo en
los patios del centro de la ciudad; son casi todas repugnantemente sucias y húmedas, y
sirven de refugio a pordioseros, vagabundos (trampers), ladrones y prostitutas, que allí
comen, beben, fuman y duermen, sin ninguna consideración a las conveniencias o al
confort, en una atmósfera soportable sólo para esa gente degradada".
F. Engels. La situación de la clase obrera en Inglaterra, 1845.