Hasta ahora, la revolución digital se había limitado a lo que ocurría dentro de nuestras pantallas. Eran necesarios caros equipamientos y profesionales altamente entrenados para la fabricación de cosas a gran escala. Eso está a punto de cambiar… La fabricación de cosas se ha convertido en un proceso digital: objetos físicos comienzan ahora como modelos en pantalla, y esos diseños son compartidos a través de internet. Esto lleva ocurriendo ya hace algunas décadas a nivel industrial, pero ahora está ocurriendo en nuestras casas. Y cuando una industria se convierte en digital, cambia profundamente, como hemos podido ver con la aparición de tiendas online (eBay) o publicaciones digitales (ebooks en Kindle). Sin embargo, la mayor transformación no se da en cómo se hacen las cosas, sino en quién las hace. Una vez las cosas se pueden hacer en ordenadores normales, pueden ser hechas por cualquiera. Y esto es exactamente lo que estamos viendo ahora en la industria de la fabricación. Hoy en día, cualquiera con una buen invento o diseño puede subir sus archivos para que sean producidos, tanto en lotes grandes como pequeños, o incluso hacerlo ellos mismos con las cada vez más potentes impresoras 3D. Los emprendedores e inventores ya no están a merced de grandes compañías para producir sus ideas, ser un hacker, sin incluso saber que lo eres, hoy en día puede dar a conocer tu trabajo su usas los medios adecuados.