Este documento presenta un "Decálogo para formar delincuentes" de 10 puntos que aconseja darle a los niños todo lo que quieran, no enseñarles valores éticos o responsabilidad, no regañarlos por su mal comportamiento, satisfacer todos sus deseos sin exigir esfuerzo o sacrificio, y siempre ponerse de su lado frente a otros en conflictos. El objetivo es criarlos para que crezcan convencidos de que el mundo les pertenece y no asuman consecuencias por sus actos.